Los frutos secos son un alimento
que se caracterizan por su alto contenido energético y en grasas, por lo que
durante muchos años la tendencia de la población era evitar consumirlos, sobre
todo aquellas personas preocupadas por su estado de salud y que no quieren
aumentar de peso. Conviene tener en cuenta que el tipo de grasas que contienen
son mono y poliinsaturadas, que son beneficiosas en la mejora del riesgo
cardiovascular. Por este motivo, los Dietistas-Nutricionistas recomendamos
ingerir un puñado de frutos secos (aprox. 20g) diario, incluso en dietas de
adelgazamiento. También se caracterizan por su alto contenido en fibra, potasio
y vitamina E. Apenas contienen azúcar y la cantidad de proteínas son variables,
rondando los 15-20g por cada 100g.
Con esta entrada, mi objetivo es
hacer referencia a distintos artículos científicos sobre los efectos
beneficiosos que suponen los frutos secos respecto a nuestro estado de salud.
Hay estudios genéricos y otros específicos como es el caso de la nuez, las
almendras, los pistachos o las avellanas.