¿Quién no se ha tenido que llevar
alguna vez la comida al trabajo? ¿O de excursión? Lo cierto es que todo el
mundo lo hace rutinariamente o en ocasiones. La cuestión es: ¿es saludable?
¿Qué ventajas tiene respecto a comer en restaurante? ¿Y frente a un bocadillo?
Como nutricionista, quiero daros algunos consejos para que las opciones sean lo
más saludables y variadas posible en cuanto a alimentos y cocciones, así como
algunas ideas de platos.
Lo primero que has de saber es
qué significa comer sano (qué alimentos incluye, cuáles deben eliminarse o
consumir ocasionalmente y qué tipo de cocciones puedes elaborar). Vamos con lo
que se conoce como plato saludable de Harvard.
Lo ideal es que sea un plato único en el que se incluyan varios grupos
de alimentos. Se puede comprar un tupper de plástico y si también es apto
para microondas, mejor. Lo ideal sería que fuese de cristal pero pesaría más,
es más frágil y su precio es mayor. Os lo dejo a vuestra elección.
El siguiente paso es planificar las comidas que nos llevaremos. Mi
recomendación es que lo hagáis por grupos de alimentos y posteriormente,
convertirlo en platos. Os servirá para no sea tan monótono, sea más equilibrado
y también para organizar las cenas. Un factor a tener en cuenta es cómo será
nuestra comida: fría o caliente. Dependerá si disponemos de microondas.
Y lo más recomendable, que los vegetales sean de temporada. Y también hemos de considerar las
frecuencias de consumo de cada grupo:
- Las verduras y hortalizas deben estar presentes cada día. Tanto al mediodía como a la noche.
- Los cereales, como fuente de hidratos, se deben consumir repartidos a lo largo del día. Se pueden consumir en todas las comidas o no. Eso sí, si incluimos un par de ellos en la misma comida, la proporción ideal es que sea 50/50 ya que si no consumiremos demasiadas calorías. Las cantidades de estos nutrientes suelen estar aumentadas en deportistas.
- El consumo de legumbres recomendado es de 2-3 veces a la semana.
- En cuanto a las proteínas, la recomendación es de 1’5-2 raciones durante el día. Normalmente, se incluyen en la comida o en la cena. Y luego también como relleno en los bocadillos. La cuestión es que en nuestra cultura, se sobrepasan dichas cantidades. Es que además existen más rellenos que no sean proteínas como por ejemplo, las verduras o hortalizas. Y hay más desayunos y meriendas saludables que no sean bocatas como por ejemplo una fruta o un puñado de frutos secos, etc.
Grupos de alimentos que deberían
incluir:
VEGETALES. Crudos o cocidos.
Cuantos más colores y cantidad, mejor. Y aquí es donde Lucia, autora de Dime qué
comes dice: “No es arroz con verduras
sino verduras con arroz.” Disponéis
de múltiples opciones. Anaïs, autora
del blog Mi madre no cocina ha
observado que el brócoli y la coliflor deprenden un olor desagradable al
recalentarlos, por lo que suele evitarlo o bien lo consume al dente.
CEREALES INTEGRALES. Tienen la
ventaja de contener más fibra respecto a los blancos, y por lo tanto son más
saciantes. La cantidad debe ser pequeña, como si fuera guarnición. Tampoco es
que sea obligatorio que estén. También quería remarcar que
tampoco es necesario incluir cereales y legumbres en el mismo plato o comida.
No pasa nada tampoco por hacerlo. Lo que sucede es que ambos grupos son
deficitarios en algunos aminoácidos determinados y se complementan.
TUBÉRCULOS. En cuanto a hidratos
de carbono, son similares a los cereales integrales, por lo que son
intercambiables. Tendría que haber un grupo o el otro o en proporción 50/50.
PROTEÍNAS. No importa si son de
origen animal o vegetal. Lo que sí es importante es la calidad. Y tampoco es
necesario mezclar legumbres y proteína animal en el mismo plato. Si no ya
sabéis, en proporción 50/50. Las vegetales solo poseen ventajas: además de
proteínas, son ricas en fibra, hidratos de carbono, minerales y vitaminas del
grupo B. ¿Sabéis de qué hablo? Efectivamente, de las legumbres. En cuanto a las
animales, es preferible que la carne sea magra como el pollo o el conejo. Los
huevos también pueden formar parte de los platos, siempre que estén bien
cocinados y los conservemos adecuadamente. ¿Y el pescado fresco? Os recomiendo
que lo evitéis ya que al recalentarse desprende mala olor. Y si sois
vegetarianos, recurrir al tofu, la soja texturizada, el tempeh, el seitán o al
resto de legumbres.
Además, considero que la sopa no
es buen plato de tupper ya que los fideos absorberían el caldo y por evitar que
se derrame al transportarlo. Tampoco os recomiendo llevaros purés o cremas, ya
que comporta usar 2 tuppers. Lo mejor es reservar este tipo de platos para la
cena. Aquí es dónde Anaïs y yo coincidimos.
Como POSTRE, lo mejor es la fruta
entera. Aunque también se puede tomar algún yogur, que es recomendable evitar
si no se dispone de nevera. Pero que sea natural y sin edulcorar ni azucarar.
Los sabores o postres lácteos como las natillas no son más que azúcar, así que
olvidaros de ellos o consumirlo de forma muy ocasional si no queréis perjudicar
vuestra salud.
¿Y las cocciones? La mayoría son
válidas. Desde hervido, pasando por vapor, salteado, horno, microondas o
estofado. Lo único a tener en cuenta es restringir los fritos y rebozados.
También hay que evitar las cocciones a la plancha ya que se reseca y quedaría como
la suela de un zapato, tal como me ha comentado Anaïs basándose en su
experiencia. Ah, y estofar no implica siempre rico en grasa. Se puede sustituir
el chorizo, carne o hueso de jamón por hortalizas.
¿Y qué me decís de las salsas? Mi
consejo es evitar las que contengan huevo crudo, por la contaminación que
pudiera haber. Además, os sumarán calorías. Como opciones, podéis hacerlas con
yogur. O bien usar hierbas aromáticas o especias. O echar un chirrín de aceite
y/o vinagre. Lo más más recomendable es llevarlo en un frasquito
aparte y echarlo en el momento de comer.
Y para beber, agua. Nada de alcohol,
zumos o refrescos azucarados. No solo reduciréis vuestra ingesta calórica sino
que tendréis mejor salud.
Vamos con los EJEMPLOS:
Berenjena o calabacín rellenos.
Solo hay que vaciar la pulpa y pasarla por la sartén. Por otro lado, cueces el
resto de ingredientes y lo mezclas todo. Luego, es rellenarlo. Con cereales
como la quinoa, el mijo, el arroz y/o carne o pescado. En vegetarianos, poner
seitán o tofu en lugar de la proteína animal. O sino con legumbres. Se puede
añadir queso rallado por encima y gratinarlo.
Ensaladas. Gran diversidad
de opciones. La base son las verduras y hortalizas. El resto es cuestión de
gustos. Con pasta, arroz, patata, legumbres, queso, atún, pollo, alguna fruta,
un puñado de frutos secos o picatostes como decoración. Os pongo algunas: con
pera y queso de cabra fresco; de pollo, manzana y pasas; de espinacas frescas,
fresones, queso y piñones; de patatas moradas y romanescu; de cintas de calabacín rellenas de nueces, de alubias
y brócoli; endívias rellenas de quinoa,
champiñones, tomate y burgos, de berenjenas con miso, etc.
Unos clásicos. Garbanzos
con espinacas, champiñones rellenos depuré de legumbre, moussaka,
lentejas con calabaza y setas, escalibada con atún o una lasaña (láminas de
hortalizas) con atún o la clásica pero rellena con salmón y espinacas, risotto
con setas o los clásicos espaguetis con verduras y atún, incluso arroz o
cualquier cereal con pollo y salteado con verduras, curry de garbanzos con arroz, judías
verdes con champiñones y trigo sarraceno, etc.
Si os gusta innovar,
espaguetis vegetales (calabacín o zanahoria) con atún, queso, legumbres,
quinoa, mijo, cuscús, etc.
Y llegamos a los proteicos.
No hace falta recurrir siempre al trozo de carne acompañado de arroz, patatas o
verduras. Las hamburguesas no tienen porqué ser de carne. Lo mismo ocurre con
las albóndigas: de pescado, legumbres y también de verduras. Por ejemplo, de lenteja roja, de brócoli, de verdura
con arroz integral, frijoles y boniato; de tofu, espinacas y espelta, albóndigas
de berenjena y calabaza o de
lentejas con arroz, etc. ¿Y qué me decís de unas brochetas? Si, con dados
de carne o seitán en caso de ser vegetarianos, solo o con verduras. Mi consejo
es ir alternando un trozo de pollo con un tomate cherry y/o calabacín o
pimiento, etc.
También tenéis la opción de un
trozo de pastel o quiche de verduras. Incluso en tortilla (calabaza, boniato,
calabacín y berenjena, aguacate, de alcachofas y muchas más).
Y para finalizar, la clave es
ponerle imaginación e ir variando para que no sea tan monótono. Y si necesitáis
ideas, disponéis de un montón de blogs. Yo me he basado en Recetags, 24
zanahorias, Mi madre no cocina, Creativegan y el libro de Cocina Vegana. También podéis consultar el post de Lucía sobre Tupper vegetariano.
Y quiero agradecer a Anaïs por
ayudarme en la elaboración de este post.
Fabuloso post, lleno de consejos prácticos y con fundamento científico impecable. Enhorabuena, Silvia.
ResponderEliminarMuchas gracias Carlos!!! Me alegro que te guste.
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