jueves, 10 de marzo de 2016

Alimentos congelados vs frescos

Durante los últimos años, el consumo de congelados ha aumentado de forma considerable debido a la vida tan ajetreada que tenemos. No es extraño que la población se pregunte si este tipo de productos poseen las mismas características que los frescos. Por eso, a lo largo de este artículo, vamos a comentar el proceso, las ventajas e inconvenientes, los efectos que se producen en los alimentos y os proporcionaré algunos consejos de preparación previa y en el momento de descongelar.

Congelar implica almacenar todo tipo de comestibles a una temperatura de -18ºC para conservarlos durante meses en un envase adecuado. El objetivo es mantener las mismas características y propiedades del producto antes de ser sometido a esta técnica. ¿Y cómo se consigue? Solo hay que saber manipularlos correctamente. En el ámbito industrial es fácil debido a la gran cantidad de maquinaria de la que disponen. Y ahora es cuando preguntaréis, ¿Y en casa? Es posible, aunque algunos factores no podremos controlarlos.

martes, 8 de marzo de 2016

Milhojas vegetales con atún

Ingredientes (4 personas):

2 zanahorias medianas
1’5 berenjenas medianas
3 calabacines medianos
3 patatas medianas
1 lata pequeña de tomate triturado
2 latas de atún
Queso rallado
Aceite, sal y pimienta
Orégano u otras especias  


viernes, 4 de marzo de 2016

El primer aniversario de NutricionalmenT

El 4 de marzo de 2015 me inicié en este blog, y ya ha pasado un año!!! Qué rápido pasa el tiempo!!! Todo empezó como una afición mientras me dedicaba a encontrar mi sitio en la vida laboral. Quería que fuese algo distinto, en el que trataría de abordar temas de alimentación y recetas saludables. Como sabéis, disfruto cocinando, es una de mis aficiones que descubrí mientras estudiaba.   

¿Y cómo surgió la iniciativa? Os lo voy a contar.

miércoles, 2 de marzo de 2016

El consumo de soja y la tiroides

Seguimos con la aportación de Belén Rodríguez. Me comentó que había oído opiniones, tanto a favor como en contra, de tomar soja en caso de presentar alguna alteración en el funcionamiento de la glándula tiroides. Así que he estado documentándome sobre este tema.

Lo primero que debe quedar claro es saber distinguir entre el exceso en la producción de las hormonas producidas por esta glándula, y el defecto. Se conocen como hiper e hipotiroidismo, respectivamente. Supongo que os preguntaréis que tiene que ver la soja con lo mencionado anteriormente. Ambas patologías son hereditarias, aunque el hipotiroidismo también puede manifestarse por la falta de yodo. Y aquí es dónde la soja juega un papel clave.

Durante los último años, la soja ha ganado protagonismo entre las mujeres, sobre todo durante tras la menopausia. Aunque no es de extrañar que sea consumida entre los vegetarianos o alérgicos a la proteína de leche de vaca.   

viernes, 26 de febrero de 2016

La ingesta del día a día

Dado el éxito de la anterior publicación, os pregunté a través del perfil de Facebook que si se os ocurría alguna temática de cara a nuevas entradas, no dudarais en comentármelo. He obtenido la aportación de 2 lectoras, así que allá vamos. Una de las temáticas que ha sugerido Belén Rodríguez es conocer las necesidades nutricionales a lo largo de un día pero a nivel práctico, es decir, con las cantidades de alimentos que hay que incluir en cada una de las comidas. Y si existían variaciones en función de cada persona.

Mi idea es que dispongáis de herramientas que os permitan conocer vuestras necesidades y aplicarlas en función de vuestros hábitos diarios.
La primera idea que quiero que tengáis clara es que no todos somos iguales. Por este motivo, las necesidades de nutrientes y energía varían de una persona a otra. Existen varios factores. Son el sexo, la edad, la altura, el peso, la actividad física, la termogénesis, la termorregulación y el metabolismo basal. También influye nuestra situación fisiológica e incluso la época del año porque en invierno, debido a las bajas temperaturas, las necesidades son mayores.

Todo el mundo sabe que las mujeres nos diferenciamos de los hombres por tener una mayor cantidad de grasa que de músculo. En cambio, la composición corporal de ellos está constituida en su gran mayoría por músculo. Por eso, sus necesidades calóricas son mayores que en mujeres ya que las proteínas se caracterizan por un gasto energético superior a las grasas y los hidratos de carbono. Además, a medida que aumenta la edad, las necesidades disminuyen debido a la reducción de la cantidad de masa muscular. En cambio, cuanto más altura y peso, más ingesta calórica. Lo mismo sucede con el incremento de la actividad física en cuanto a duración e intensidad.

miércoles, 24 de febrero de 2016

¿Puede un postre ser saludable? ¿Y la repostería casera?

He decidido hacer este post porque últimamente se ha puesto de moda tunear los postres y dulces para que sean más saludables, o como dirían los deportistas, más fit. ¿Y cuál es la tendencia de la población? Consumirlos frecuentemente pensando que son lo mejor del mundo. Suelen asociar lo casero con lo sano y en realidad, no tiene porqué.

Todos estamos de acuerdo en que la bollería y repostería industrial están cargadas de azúcar y grasas, sobretodo saturadas, por lo que son una bomba calórica. Por este motivo, se recomienda que su consumo sea muy ocasional o nulo ya que favorecen el aumento de peso y el riesgo de desarrollar diabetes e incluso aumentar los niveles de colesterol y/o triglicéridos en sangre. Y es que la calidad tampoco es para lanzar cohetes ya que en la industria se utilizan ingredientes como harina refinada, azúcar, aceite vegetal que acostumbra a ser de palma y mantequilla. ¿Y qué pasa con las recetas caseras? Pues, que el valor nutricional sigue siendo similar, tal como podéis comprobar en este post de Lucía Martínez dónde nos muestra la competición entre la repostería industrial y casera (magadalenas, galletas y flanes). Su conclusión es clara: el único factor que podemos modificar es la calidad. ¿Y cómo lo hacemos? Bien fácil. Usar aceite de oliva, harina integral, se puede evitar usar huevo (opcional), frutos secos, fruta desecada o fruta fresca y cacao o harina de algarroba en sustitución al chocolate. De esta manera, no es necesario poner tanta azúcar e incluso, se puede evitar usarla. Eso sí, al usar cacao poned fruta desecada como dátiles, pasas o orejones ya que disminuirán el sabor amargo. También se puede poner canela, zumo o ralladura de limón o naranja.