
En cuanto a la prevalencia, se
han publicado varios estudios en distintas poblaciones y colectivos. Según 1
artículo publicado en el 2007 y realizado en médicos internos residentes (MIR)
de Ankara, representa el 45,5% en aquellos preocupados por su estado
nutricional, que acuden ellos mismos a la compra, tienden a comer ensalada o
fruta en una comida principal y miran las etiquetas de los alimentos. Al cabo
de 3 años (2010), hicieron un estudio en un mismo colectivo de Erzurum, otra
región de Turquía, en el que también tuvieron en cuenta el trabajo y la
educación de sus padres y el hábito tabáquico. Observaron una prevalencia del
43,6% siendo mayor en hombres menores de 21 años, que fumaban un mayor número
de cigarros y con un IMC normal. La educación y trabajo de los padres no
influyó en los resultados. En cambio, se ha visto una prevalencia del 86% en
personas aficionadas a practicar yoga asociado a la práctica del
vegetarianismo. En Hungría se vio que afectaba al 74,2% de estudiantes y
profesionales de dietética, medicina, salud y otros. Había una mayor tendencia
de ortorexia cuanto mayor era la práctica de ejercicio, en aquellos que nunca
tomaban alcohol o seguían algún tipo de dieta o intentaban convencer a los
demás para unirse a sus hábitos.